Notas para presentar/leer el Compendio del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Nuestra Señora
de Guadalupe de Zacatecas
de Cuauhtémoc
Esparza Sánchez
Elva Martínez Rivera
El libro que hoy se presenta, nos remite
necesariamente a decir quien fue el autor. Cuauhtémoc Esparza Sánchez, nació un
8 de marzo de 1926 en Pinos y falleció el 30 de junio del 2013. Fue el primer
historiador que se formó como tal en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Fundador de la Escuela de Humanidades en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Fundó
y se desempeñó como Director del Departamento de Investigaciones Históricas de
la misma Universidad desde 1968 hasta su muerte.Fue director de la Biblioteca
Pública del Estado de 1969 a 1981 y miembro de diversas academias y asociaciones
científicas como la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Sociedad
Mexicana de Historia Regional y la Sociedad de Historia Eclesiástica Mexicana
entre otras. Entre los premios y reconocimientos que obtuvo a lo largo de su
carrera están, «La Violeta de Oro», primer lugar en los VI Juegos Florales
Ramón López Velarde del Instituto de Ciencias, por su libro Compendio histórico del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de
Nuestra Señora de Guadalupe, Zacatecas en 1954. Medalla al mérito histórico
Capitán Alonso León, otorgada por la Sociedad Nuevoleonesa de Estudios
Históricos. Prese al mérito universitario «José Árbol y Bonilla» de la Universidad
Autónoma de Zacatecasen el 2007 y la Medalla al Mérito Revolucionario de Investigación Histórica
del Gobierno del Estado. Maestro decano de la Universidad, reconocimiento que
le fue entregado en la ceremonia del día del Maestro en mayo del 2013, por sus
45 años de servicio ininterrumpido.
En cuanto a su producción y
contribución a la historiografía zacatecana, podemos señalar lo importante que
fue para el autor hacer el rescate documental de la entidad zacatecana, dejando
como herencia una vasta serie de publicaciones que versan sobre diversos temas
y periodos de la historia de Zacatecas. Entre sus obras más conocidas están Cinco cartas para un viajero(1983); El
corrido zacatecano (1976); Zacatecas, suelo metálico bajo las nopaleras (1982);
José Árbol y Bonilla. Un científico
zacatecano; Historia de la ganadería en Zacatecas, 1531-1911, (1988), como coautor,
«Antología minera de México» y
compilador de Cuentos, leyendas y
costumbres del antiguo Zacatecas (1976). Además de la obra que hoy se
presenta Compendio Histórico del Colegio
de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe, Zacatecas.
En 1957 en el aniversario de
los 250 años de la fundación del Colegio de Guadalupe, la editorial Jus hizo la
primera edición. La 2ª edición fue en 1974, por el Departamento de Investigaciones
Históricas de la UAZ y esta 3ª edición 2018, con una actualización del capítulo
que Esparza Sánchez dedicaba al recinto del Museo elaborado por la Lic. Violeta
Tavizón. Por su trayectoria académica
y de investigación, Cuauhtémoc Esparza ha logrado convertirse en lectura
obligada en las aulas de licenciatura y posgrados, y a todo investigador
interesado en conocer la Historia de Zacatecas. Es necesario enfatizar que la mayoría
de sus obras las realizó entre la década de los 60 y 70 del siglo XX, contando
con el apoyo de su amigo que en ese momento fue rector de la UAZ, el licenciado
Jesús Manuel Díaz Casas.
El texto presentado por
Cuauhtémoc Esparza, se apega en cuanto a la estructura de los temas abordados,a
los bosquejos escritos por los religiosos cronistas y amanuenses del Colegio,
como lo fueron Francisco Frejes, Antonio de Zubia,Diego de la Concepción
Palomar y Francisco Luján, quienes se encargaron de preservar en sus memorias
los sucesos más importantes ocurridos en el centro educativo y misional durante
los siglos XVIII y XIX, según refiere Esparza Sánchez al hacer uso del archivo
del Colegio.En esta edición, el libro está compuesto de ocho capítulos, un
anexo y la bibliografía.
Hablando de cómo está
estructurado el texto, el autor en el primer y segundo capítulo aborda la
historia franciscana de Propaganda Fide, desde sus antecedentes e inicios de la
orden y la fundación de Colegios Apostólicos.Hace ver la importancia de lo que
fue la Ermita de Nuestra Señora del Carmen que fue el lugar en el que se
edificaría el Colegio. Enseguida hace una introducción al estudio sobre las
misiones anteriores a la construcción del Colegio de Guadalupe, que datan de
1686 y 1702 con la llegada de misioneros que previamente habían hecho un
recorrido por Guadalajara, San Juan de los Lagos, Aguascalientes y Zacatecas y
justo en ese año se da la fundación del Hospicio en 1702 que llevó por título
Hospicio de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas. Continua en su relato,
poniendo atención en la fundación del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de
Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas, señalando como uno de sus fundadores
y primer presidente a fray Antonio Margil de Jesús que había sido fundador de
los colegios de Querétaro y Guatemala, junto con José de Castro, José Guerra,
entre otros. El autor hace un recorrido y una extraordinaria descripción del
inmueble, que deja entrever la renovación y resignificación de los espacios (que
algunos todavía siguen bajo resguardo de los franciscanos). Señala que el
Colegio comprendía cerca de 25 km cuadrados antes de la exclaustración y llegó
a reducirse a 3600 mts. en 1860. El edificio constaba de dos pisos con una
cantidad necesaria y suficiente para llevar a cabo las actividades misionales y
educativas.
En el capítulo sexto,
dedicado al Museo de Guadalupe, se presenta como nuevo (con la anuencia del
autor) con las modificaciones que se hicieron para poder elaborar el guión
museográfico, como la adecuación de las salas e integración del espacio de la
sala lúdica, la cafetería, el auditorio, la biblioteca contemporánea del Camino
Real de Tierra Adentro, la tienda y la sala de exposiciones temporales. Se va
siguiendo la misma línea de descripción de los espacios del Colegio y que
permite al lector y visitante del museo entender la importancia arquitectónica
y el significado espacial, iconográfico e iconológico de las pinturas que lo
integran. Más adelante el autor sigue relatando cómo quedó el edificio y los
espacios del Colegio después de las Leyes de Reforma, así como de otros
espacios que eran parte de la institución como los campos de labranza, la
huerta que circundaba al Colegio, el potrero y del suministro de agua potable
necesaria para las labores cotidianas, y aljibe en el claustro de la
enfermería.
Dedica todo un apartado al
Gobierno del Colegio de Guadalupe, el «edificio espiritual» como él lo llama, y
que le permitían regular la vida dentro del Colegio a través de reglamentos y
ordenanzas.También relata el tipo de cantos, las penitencias, los medios de subsistencia
y las limosnas o donaciones de los bienhechores.Por último integra un anexo
compuesto de los «sucesos notables referentes al Colegio», resumiendo años de
vida del importante Colegio para Guadalupe, Zacatecas y el septentrión
novohispano. Además de la parte de los fondos documentales y bibliográficos que
utilizó el autor, dando cuenta de la minuciosa revisión que hizo de todas las
fuentes posibles que le permitieran hacer tan detallada narración.
Como
podemos apreciar, el estudio que hace Cuauhtémoc Esparza, es magistral que con
una sencillez y meticulosidad en el detalle, con un apego estricto a los
documentos existentes en el archivo del Colegio. Su lectura es ágil, sencilla y
cautivadora. Nos presenta la historia de la institución con un lenguaje simple,
explicando los procesos administrativos, políticos y espaciales del siglo XVIII
y XIX, en los que se funda, consolida y desaparece. Incita a la lectura,
provoca a la imaginación y evocación de un pasado en esplendor.