Relatos iconotextuales zacatecanos. Exposición colectiva

 

Mañana en el vestíbulo del Congreso del Estado presentamos, al fin, el resultado de un proyecto hermosísimo que celebra a la Ciudad de Zacatecas, esa villa espléndida aunque ruinosa; apaleada por el tiempo, la ignorancia y la usura. El centro histórico de la ciudad sigue siendo el escenario de nuestras vidas, sus amores, desamores, gozos y penurias; es diminuto e infinito al mismo tiempo, relicario de misterios, corazón de nuestra memoria.
El proyecto consistió en trabajar por duplas de escritores y escritoras y artistas plásticas. Tuve la fortuna de trabajar con el extraordinario poeta David Castañeda a quien admiro y aprecio un montón. No fue difícil coordinarnos y trabajar, muy a la distancia, sobre una idea suya: la de Zacatecas como un laberinto. Yo había estado configurando una serie de collages digitales sobre una ciudad que no tiene pies ni cabeza y me gustó la propuesta. Luego nos dieron la indicación de trabajar con estilógrafos y tinta. El reto fue mayúsculo porque supone una dinámica de trabajo manual, orgánica, descarnada, lenta y en la que los errores suponen volver a empezar; y disponíamos de recursos y tiempo muy limitados.
A pesar de los contratiempos, el dibujo que produje me gusta bastante y creo que le hace justicia al maravilloso texto de David. Me intriga mucho conocer el resultado del trabajo de las otras duplas, me emociona saber que va a haber un catálogo y que la expo va a recorrer varios municipios.
Agradezco la confianza y el tesón de Marbella Melo, de Edgar A. G. Encina, la complicidad de Yunuén Santacruz y el entusiasmo de las y los artistas involucrados para hacer posible este proyecto tan chulísmo.
No se lo pierdan, gente, este jueves a las siete y media en el Congreso.
Jael Alvarado