Leonid
Pasternak, The Pains of Composition (1892), óleo.
Un libro,
quizá el primero
Marco
Antonio Flores Zavala
En abril de 1823, inició una «epidemia de fiebre» en la ciudad de Zacatecas. El brote fue tan grave y extensivo, que las autoridades de la provincia nombraron una junta de sanidad para que dictara las medidas conducentes al eminente problema público. En ese grupo gubernativo participaron individuos que tenían buenas notas de reconocimiento cultural (ilustrados, liberales, buenos vecinos). Elías Amador escribió, en el acucioso Bosquejo histórico, que la primera medida fue ordenar la limpia del arroyo y los suburbios de la ciudad. Otra decisión fue el establecimiento de juntas de sanidad en las poblaciones de la provincia. Relata que en el transcurso de la epidemia murió el intendente, y en tal situación fue sustituido por empleados de las Reales Cajas.
Posterior a ese malestar, en
el mes de mayo brotó «una epidemia de tifo». Las epidemias afectaron la
estabilidad de la provincia. Lo hicieron tanto como las transiciones políticas
del momento (el cambio de régimen monárquico a república). El impacto ocurrió porque
en las emergencias de salud se obligó a otorgar facultades a juntas que
ejercerían acciones concretas que disminuían las potestades del intendente y
del ayuntamiento.
Otra novedad en los trabajos
de la junta es la circulación impresa de sus determinaciones. La distribución
de impresos pudo hacerse porque a fines de 1823 la Diputación provincial adquirió
una imprenta y la puso inmediatamente a laborar. De la máquina salieron las
primeras impresiones (circulares y decretos gubernamentales, órdenes para el
público); una de ellas fue el cuaderno Método
curativo para la presente epidemia. Formado por los facultativos de esta capital,
por orden de la Junta Superior de Sanidad del Estado, para su circulación en
él, a beneficio de la salubridad de los pueblos.
Presumimos este impreso como el primer libro
producido en Zacatecas con fines de lucro. La idea la postulamos con base en los
datos que proporciona el mismo Método curativo… También lo
hacemos por los resultados de investigación en torno a la lectura que se
ejercía en los impresos, los manuscritos, las bibliotecas, los libros, los
periódicos, y por el registro de las comunidades de escuchas, de lectores y de
escritores.
Precisamos
los datos. El texto lo elaboró la Junta de Sanidad en noviembre de 1823, y el
impreso fue hecho al año siguiente, que es el inicial de labores de la
imprenta. Lo hicieron en una habitación del convento de Santo Domingo (ahora
Museo Pedro Coronel). Estas referencias lo colocan en el conjunto de los primigenios
impresos elaborados en la máquina. El primer documento que de ella salió es una
circular sobre depósitos judiciales en las oficinas de rentas, es del 6 de enero
de 1824.
Lo
hemos definido como libro al valorar que los vendedores del impreso le llaman quaderno. Además
no contradice los conceptos que proporciona Diccionario de la Lengua Española: «Conjunto
de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman
un volumen. Obra científica, literaria o de cualquier otra índole con extensión
suficiente para formar volumen, que puede aparecer impresa o en otro soporte. Cada
una de ciertas partes principales en que suelen dividirse las obras científicas
o literarias, y los códigos y leyes de gran extensión».
La arquitectura de Método curativo…es ‘muy decimonónica’.
Fue elaborado en un pliego normal, que
para nuestros días son dos hojas juntas de tamaño carta. El papel era de lo que
entonces llamaban «de trapo». Su dimensión era en 16vo
(el pliego se doblaba en ocho partes; se imprimía en cada página). El texto de
la junta lo colocaron en diez páginas. Las cuatro restantes son las cubiertas y
las destinadas para señalar los datos de los dueños del texto y editores del
impreso.
Respecto
al enunciado de venta, éste es explícito: «se halla de venta este Quaderno en la Tienda del Ciudadano
Mariano del Castillo (sita en el Portal de Rosales)». Este dato
lo opone a la mayoría de documentos elaborados en el taller, pues fue destinado
para la adquisición voluntaria. En contraste a su venta, están los textos
gubernamentales gratuitos, como los decretos, leyes, proyectos de ley,
manifiestos y circulares, los cuales estaban fuera del mercado por ser
destinados a los burócratas -eran los adquirentes cautivos que servían de
intermediarios en los circuitos de comunicación fomentados por la autoridad
estatal-.
Método curativo… contiene varios elementos que lo colocan como un objeto
moderno. Transcribimos algunos datos para asentar ‘su modernidad’. El libro tiene
una cubierta. Ahí está el título y un extenso subtítulo que indica cuál es el
contenido del texto. En el subtexto de la primera de forros señala donde fue
impreso, quien es el responsable y el año de elaboración: «Impreso en Zacatecas. Oficina a cargo del
ciudadano Marcos de Esparza. Año de 1824». En la cuarta está el enunciado que
da cuenta quien es el dueño-vendedor exclusivo del cuaderno: «se halla de venta
este Quaderno en la Tienda del Ciudadano Mariano del Castillo».
En
la cubierta está una imagen. Es un individuo que camina; el pie derecho pisa
tierra y el izquierdo está levemente levantado, es la señal de su movimiento. También
es una alegoría que atañe a una frase de Virgilio (Viresque adquirit eundo) «Y adquiere fuerzas al
caminar». La imagen
fue utilizada en otras publicaciones del periodo. La frecuencia de su uso fue
en los descansos de los textos.
En
la segunda página va con precisión los autores del texto. «No se puede reimprimir sin permiso de la
Junta Superior de Sanidad». Al iniciar el texto, en la página uno dice: «En
cumplimiento de lo acordado por esa Junta Superior de Sanidad, le acompañamos
el Metodo mas sensillo e inteligible que hemos podido formar, para la curación
de los infelices Epidemiados. = Dios, Libertad y Federación. Zacatecas.
Noviembre 12 de 1823 – 3º -2º - y 1º - Pedro Ramirez – Jose Maria Herrera –
Margarito Sanz – Vicente Barraza – Pedro Perez – Señores Presidente y Vocales
de la Junta Superior de Sanidad».
En el contenido Método curativo…, los médicos fijan tres secciones: detección de la epidemia, convalecencia y precauciones para no contagiarse. Cierro el texto con la última recomendación que proporcionan los médicos: «La unica mejor y mas recomendada por todos los autores es apartar a los enfermos de los sanos, reuniendolos fuera del poblado en un hospital comodo y bien ventilado […] y cuando se les administre el Sagrado Viatico no entren á la pieza del enfermo mas que las muy precisas para el servicio de este religioso acto […]».
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